- Área: 168 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Nicolás Rudolph
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cuáles son los límites del protocolo de la vivienda tradicional? El proyecto es un mecanismo de mediación especializado entre pensamiento y obra.
En un camino verosímil, sin renunciar a exploraciones necesarias, se afronta una búsqueda de adaptabilidad, no como emulación de flexibilidad, sino como plataforma neutra de habitar. Apropiaciones múltiples más que un menú de opciones. Asumir una matriz de predicciones para un usuario aún sin definir parece un camino infértil. Así la disposición de espacios habitables tiene la capacidad de establecer usos concretos, tanto como de integrarse o fusionarse a los espacios exteriores construidos, transitables y áreas verdes. Estos vectores sugieren posibilidades de ampliación según los intereses específicos de los habitantes diversos. La lógica compositiva permite en todos los casos aumentar el espacio construible desde las áreas de relación al espacio privado y en correspondencia con el terreno libre.
Un concepto de tales características plantea un vínculo singular con su entorno, no como huésped inalterable, sino como acto de construcción. Mientras el sitio nos recibe, el entorno se produce en función de nuevas topologías. La configuración general gira en torno a un emplazamiento del cual el espacio recibe sentido y esencia. Dos macizos pesantes de placas cementicias abrazan el micro bosque de pinos marítimos, dando lugar a una transparencia que se presenta como principal ámbito de relación de la vivienda.
Su sección aprovecha las condiciones topográficas lejos de toda mímesis. Sobre el macizo exterior Este, la cota marca una altura de 3.00m; conforme el terreno asciende, se brinda un espacio de recogimiento para las áreas privadas a una altura de 2.40m. Esta sutil vibración conserva una imperturbable cota superior capaz de brindar continuidad a los espacios interiores desde la forma y las texturas.
Su tipología de “H” asimétrica delinea dos patios exteriores a los cuales miran las habitaciones, y sobre los cuales se expande un amplio espacio de relación. Por su parte, el terreno invade la superficie de éstos, desdibujando el limite entre un exterior proyectado y un afuera natural. Un dispositivo habitable en despliegue[7] traslada hacia la naturaleza la vida íntima e incorpora el dominio del ambiente a su interior.
De este partido y de su implantación proviene su viabilidad como pieza en diálogo con la componente climática. La sostenibilidad, no verificando como alarde tecnológico, sino como razonabilidad proyectual. Su orientación barre de modo equilibrado las habitaciones y áreas colectivas. A tales fines, el diálogo opacidad – transparencia encuentra en el sistema de patios un modo de aumentar las caras iluminadas por el recorrido solar.
El Parti no compacto genera mayor área de superficies verticales por volumen construido. En consecuencia, la propia configuración material de la piel cementicia produce un sistema de acondicionamiento pasivo sensible a la orientación. Asimismo, su versatilidad y horadación permiten fabricar un sólido conceptual. En su dimensión matèrica, esta pieza permite absorber el paso del tiempo. Su consición tectónica no se desgasta por el devenir, por el contrario, se embellece. Durabilidad y mínimo mantenimiento son sus consecuencias prácticas.
Desde la fenomenología del espacio, su sensible horadar constituye una cualidad háptica resdpecto del aire y la luz. Desde el interior, una serie de perforaciones en forma de velo, sucitan un pasaje matizado de la dinámica del paisaje. Desde el exterior, ocasiona un manto que oculta y enseña una serena actividad doméstica, descontracturada, alivianada.
La luz como materia, la idea como forma, la gravedad como referencia. SENCILLEZ Y PRECISIÓN. Una belleza desnuda, inteligente, ESENCIAL